Diversificación ante la incertidumbre

¿Cómo crear un innovador?

Un principio fundamental de innovación: Ante la incertidumbre, la diversificación es la opción.

Una idea es como un hijo, hay que incubarla, regarla, hacerla crecer, es sumamente vulnerable cuando nace y tan fugaz como el pensamiento que le dio vida.

Un hijo es como una idea, hay que amarlo, alimentarlo y educarlo. También es fugaz si lo ves en términos de lo rápido que cercen y te dejan.

Ambos tienen algo en común, no sabemos cómo serán en el futuro.

El deseo de saber hasta dónde llegarán tu hijo o tu idea, es una incertidumbre tan profunda que nos hace tomar acciones bajo la vaga esperanza de que repercutirán en un posible buen futuro, sin percatarnos que a veces nos estemos equivocando.

El futuro es impredecible pues la incertidumbre es inherente e inseparable de él.

Tengo un hijo de 3 años y lo único que sé, es que no sé nada de lo que él será en el futuro. Mi esperanza es que la educación que le doy, los valores que le ejemplifico, las experiencias a las que lo expongo, el conocimiento que le transmito y todo aquello que involuntariamente hago, sea para que crezca libre, independiente, sano y sabio, lleno de valores y como un buen hombre. 

Un hijo es la semilla de la sociedad, así como una idea es la semilla de la creatividad.

Al inicio una idea es indistinguible de una mala idea. Toda idea necesita pasar por un proceso de cultivo para que florezca y se convierta en creatividad y finalmente se vuelva innovación. Tan es así, que la idea inicial poco se parecerá al producto final.

Por lo tanto, las ideas, al igual que las personas, están llenas de incertidumbre acerca de su desarrollo.

Entonces, ¿qué hacemos con esta incertidumbre?

El camino más racional es la diversificación.

Este un principio fundamental en innovación que aplica tanto a personas como a ideas.

Es evidente que el futuro no se puede predecir y mucho menos el futuro de un individuo. Por consiguiente, tanto el individuo en crecimiento como la idea en desarrollo deben someterse a la diversificación.

Diversificar significa que se le den múltiples opciones al individuo, que le pongan a la mano diferentes ideas y teorías, que se exponga a múltiples experiencias. En otras palabras, diversificarle sus momentos de vida. 

Si hablamos del crecimiento de un individuo este principio de innovación es imperativo. Si hablamos de la idea, este principio es necesario si queremos que la idea crezca y se vuelva innovación.

Esta diversificación es la causa de la alta creatividad que demuestran los niños en edades tempranas. Para ellos el mundo no tiene rumbo, es nuevo y lleno de experiencias que generan múltiples emociones. Prueban de todo y cada fallo es un aprendizaje.

Esta diversidad de experiencia en la edad temprana es lo que hace que los niños tengan estimulada su creatividad.

Por otro lado, la falta de diversificación es también la causa de que los adultos perdamos esa capacidad creativa cuando maduramos. De allí que sean pocas las persona, y por extrapolación las empresas, que son realmente innovadoras. 

¿Pero a qué se debe esto?

 Se debe a que a medida que crecemos nos estandarizamos, nos especializamos en alguna rama del conocimiento y esto nos limita las opciones, encerrándonos en una materia especifica. 

La capacidad de exponernos a diversas opciones se pierde en nuestra edad adulta. Pero hay excepciones.

Aquellas personas que no se limitan o encajonan en su propio conocimiento tienen mayor capacidad creativa. Al exponerse a diversas ideas y culturas, como sería el caso de aquellos que viajan mucho, mantienen su creatividad afinada.

Algunas ramas del conocimiento tienen intrínseca la capacidad de exponerse a diversos conceptos. Ejemplo de esto son los artistas, expuestos a diferentes corrientes del conocimiento y a la riqueza del arte mismo.

También es importante entender que la tangibilidad de los conocimientos y experiencias a las que nos exponemos es importante. Entre menos tangibles mejor; es decir, entre más abstractos son los conocimientos a los que no exponemos, mejor es la posibilidad de crear nuevas ideas originales. Esto se debe a que nuestro cerebro se vuelve más plástico y más sensible a nuevos conceptos si estos son más imaginativos.

Lo cierto es que estamos en el mundo de la especialización y esto limita mucho la creatividad. Pero también estamos en el mundo de la tecnología la cual nos abre infinitas posibilidades para innovar.

A pesar de esto, en el mundo de la innovación también es necesaria la especialización, pues es fundamental conocer, por lo menos, los principios básicos de la materia en la cual se desea innovador para tener éxito. Pero también entrenar nuestro cerebro para no encasillarse en un solo mundo.

La innovación es conectar ideas de forma creativa aparentemente sin ninguna relación. Por eso debemos saber explorar diferentes mundos. Por eso debemos diversificar.

Darle vida a una idea es someterla a una diversidad de opciones hasta convertirla en innovación.

Darle vida a un individuo desde el punto de vista creativo, es someterlo a diversidad de experiencias. Convertir a un niño en un adulto innovador requiere exponerlo a ideas diferentes y educar su cerebro para poder combinar muchos temas que parezcan no relacionados.

Desarrollar una idea es una opción, pero educar a un niño para ser un adulto innovador no es opción, es obligación, más si es tu hijo. Ayudarlo a encontrar su pasión y propósito de vida no solo le beneficia a él, sino a toda la sociedad.

Por eso, ante la incertidumbre, diversifica.

Armando Cerrato

Creativo insatisfecho en eterno aprendizaje