Los sueños están hechos para cumplirse y seguir soñando, pero muchas veces no es tan fácil seguir el ritmo de un soñador empedernido, que muchas veces sus mismos sueños pueden aturdirlo.
Frente al altar juramos amarnos en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y lo adverso, pero a veces puede ser tan difícil apoyar cuando las ideas se comunican y no se comparten. Sin embargo, ¡Vaya que el amor todo lo puede! Adoptas esas ideas y sueños como propios y es cuando dejas de intentar entender a un soñador y te conviertes en un soñador también.
Los sueños compartidos son más mágicos y es más fácil llegar a cumplirlos, porque dejas de buscar explicaciones y comienzas a aportar ideas de cómo cumplirlos.
Si como yo, eres esposa o esposo de un soñador, sueñen juntos, al final los sueños con amor son más especiales y duraderos. Sigue motivando e impulsando a tu soñador, que juntos llegarán muy lejos.
Katherine Velásquez – Mercadóloga
❤️
Que bonito. Que mágico pero así es.
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